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05
2022
En los dos últimos años la industria de la automoción ha tenido que cerrar fábricas y concesionarios por la crisis del coronavirus, ha reducido producciones por
el cuello de botella sufrido en el suministro de semiconductores
, ha padecido el encarecimiento del precio de la energía y de las materias primas y, en última instancia, está viendo cómo le afecta el conflicto de la invasión rusa de Ucrania.